Nuestros hijos necesitan acostarse cada noche con la convicción y el sentimiento de que les amamos y son especiales para nosotros.



  Quizá nosotros amemos mucho a nuestros hijos y, sin embargo, ellos no lo perciban así. Puede ser que nuestro amor hacia ellos se haya visto dañado por su carácter difícil. Es posible que nuestros hijos perciban que nuestro amor está condicionado a su buen comportamiento.

  En cualquiera de estos casos se produce un círculo conductual negativo del que es difícil salir. Cada interacción entre ellos y nosotros se ve afectada por el deterioro de la relación que es progresivo.

  Hay mucho que podemos hacer para romper este círculo conductual negativo y lo primero es ponernos en su lugar.

  Haz que tus recuerdos te guíen hacia aquellos momentos de tu vida en que te sentiste especialmente querido y valorado por un adulto o varios.

  Evoca lo que sucedió y la importancia que aquellos momentos especiales tuvieron para ti. Busca formas de decir o mostrar a tus hijos que les amas y les llevas siempre en tu corazón.

2022

Let's connect!

Si quieres recibir las novedades, suscríbete" 

Visita mi web: www.andresgaspar.es